Tengo vacío el cerebro,
un clavo en el corazón,
se me acabaron las líneas,
ya no hay comunicación.

Todo lo que hay sale caro,
la crisis nos aplastó.
Hay que buscarle la vuelta,
ya no nos queda otra opción.

Queremos pastas y vino
paÂ’ todo el pueblo argentino,
queremos pastas y vino
y el cerebro bien podrido.

Uno se muere el domingo
de angustia y de depresión,
almorzando con los viejos,
mirando televisión.

Todos están en la misma,
buscando la solución
para zafar por un rato,
ya no nos queda otra opción.

Queremos pastas y vino
paÂ’ todo el pueblo argentino,
queremos pastas y vino
y el cerebro bien podrido.

Que repartan en las plazas
y en los colegios también,
que los regale la iglesia,
que los médicos recomienden.

Pastas y vino
paÂ’ todo el pueblo argentino,
queremos pastas y vino
y el cerebro bien podrido.

Pastas y vino
paÂ’ todo el pueblo argentino,
queremos pastas y vino
y el cerebro bien podrido.