Dentro de la nueva camada de jóvenes cantoras tangueras, la argentina Carolina Winograd viene haciendo camino al andar con su voz grave y una notable fuerza interpretativa que supo conquistar el oído de exigentes espectadores nacionales e internacionales.
Carolina Winograd llega al tango casi por casualidad al inscribirse en el Pre-Festival de Tango de Junín 2009, en la provincia de Buenos Aires, festival en el que participó porque sintió el impulso de hacerlo, pese a que no había cantado previamente más que para su familia. Al resultar una de las ganadoras del certamen, descubre su verdadera vocación y decide hacer un cambio radical en su vida. A partir de ese momento comienza su formación artística.
En abril de 2010 un productor israelí la invita a participar del Festival Sudamericano del Neguev, desierto ubicado el sur de Israel. La entusiasmada respuesta del público hizo que además fuera convocada a realizar presentaciones en diversas ciudades israelíes.
A finales de 2010, hizo numerosas presentaciones en Estados Unidos, en milongas de reconocidas ciudades tales como Chicago, Boston, Washington, y desde marzo de 2011 en Miami y Orlando.